miércoles, 13 de junio de 2007

DEFINICION, PROPOSITO Y METAS


Los circulos de calidad surgieron en las industrias del Japón de la post-guerra con el objetivo de no seguir produciendo barato pero de mala calidad. Son grupos de no más de 15 trabajadores que detectan y comparten oportunidades de mejora (problemas de calidad en la estructura, el proceso o el resultado). Las deficiencias estructurales son comunicadas a la gerencia, mientras que las organizacionales y las asistenciales (traducido al lenguaje de salud) son priorizadas, se analiza sus causas y SE EXIGE lo necesario para intervenirlas y resolverlas.
Un círculo de calidad es un cuerpo colegiado y representativo con participación de los distintos estamentos de la organización, que gestiona el mejoramiento continuo local. Por tanto, se acompaña de generación de capital social y se transforma en una herramienta que contribuye a la calidad de los servicios o productos de la empresa.

En un servicio de salud público es dificil para las autoridades percibir las deficiencias del servicio, especialmente aquellas que tienen relación con la capacitación del personal, situación que incide en el bienestar de los pacientes y también en la autoestima de profesionales y personal, por cuanto sus limitaciones en la capacidad resolutiva conducen a frustración y falta de competitividad en el ámbito profesional.

Por este motivo hemos decidido fundar un "Círculo de Calidad" en el C.E.S. San José de Chuchunco utilizando este blog para recibir las ideas y proposiciones de las personas que laboran en este servicio, quienes pueden acceder a él a través de la opción "comentarios". Los miembros del equipo postearán periodicamente proponiendo soluciones a los problemas detectados, entregando guías de funcionamiento y cuanta información sea necesaria para mejorar la calidad de la atención que prestamos.

Dr. Jaime Acevedo


domingo, 10 de junio de 2007

El Médico y la resolutividad



En el centro de la tela de la araña hay un punto, del que parten todas las líneas que conforman la red y al cual convergen todas las gotas de lluvia que caen. Ese punto, en la atención médica, es la resolutividad.

La capacidad de resolver problemas de salud es la característica del Médico (con mayúscula), especie en grave riesgo de extinción. Denota las cualidades de un individuo que aparte de poseer conocimientos, tiene el talento del artista plástico (pintor, escultor) que es la observación inteligente: nota las diferencias, los pequeños detalles, ve los árboles y el bosque.

El Médico es curioso; se pregunta, investiga, duda, escarba, se cuestiona, aprende continuamente. Integra lo observado a los conocimientos en los que se apoya su saber y elabora la hipótesis: el diagnóstico. Construye un plan para dar solución al origen de la falla (etiología), a la falla (la enfermedad) y las consecuencias de ella (los síntomas). El corregir la malfunción, el defecto o lo erróneo es su obsesión, mejorar al paciente es su manía, y desprovisto de la hipocresía de un falso "amor al próximo" se reviste del escudo invencible que le da su amor por lo que hace, por hacerlo bien, por la búsqueda de lo perfecto. Su meta es resolver el problema para embarcarse en el estudio de un problema más complejo, olvidando los rostros aún de aquellos que le deben la vida, porque no colecciona admiradores sino puzles resueltos.

El Médico es un pilar de la Economía humana. Su quehacer ahorra vidas, horas de trabajo, recursos materiales, dolor, retardos en el desarrollo de las personas y las sociedades. El Médico prefiere mil veces ser considerado eficiente o capacitado por sus pares, que ser ensalzado o admirado por extraños, aun cuando estos sean infinitamente más ricos o politicamente más poderosos que él. El Médico adora la ampliación continua del horizonte tecnológico, no porque espere que las máquinas y los exámenes le ayuden a solucionar el problema, sino porque pone a su alcance más y más conocimientos. porque la única máquina en que se apoya el Médico es su propia mente.

Aún cuando añora el problema complejo, cuya solución le obligue a estrujar sus conocimientos y su astucia, el Médico no desdeña el problema pequeño, porque sabe que nada en el hombre es simple. Concibe a la célula como parte del individuo, al individuo como parte de la familia, a la familia como parte de la sociedad y a la sociedad humana como parte de la naturaleza.

En la actualidad el Médico se está extinguiendo. En la selva de la modernidad, encandilados por el brillo del oro, acosados por la demanda de atención de una sociedad antiálgica y tanatofóbica que no quiere saber como resolver sus problemas de salud sino que se los resuelvan otros, enjaulados tras las rejas de la industria de la enfermedad que lo requiere para aumentar el consumo de fármacos, examenes, procedimientos, angustiado por la conversión del dolor psíquico en enfermedad física, agotados de luchar contra las políticas de salud que convierten su acción en un número carente de ética y de pasión, compadecidos de la incapacidad de adaptación de las personas a un mundo que no era así, ni tan rápido, ni tan cruel, ni tan egoista, en la selva de la modernidad los últimos Médicos patalean, resistiéndose a desaparecer. Enseñan lo que saben, se niegan a vender la pomada, miran las estadísticas con ojo crítico porque las estadísticas son como los corticoides, con ellas se puede hacer cualquier cosa; combaten la acción innecesaria y la búsqueda de la belleza artificial; buscan incansablemente mejorar al huésped en lugar de eliminar la noxa. Y se enfrentan con la muerte, la mantienen a raya, especialmente en la Urgencia donde hasta luchan físicamente con ella, no porque sea una vieja flaca y fea, sino porque les plantea un desafío no rehusable.

Por la salud de los pacientes (usuarios), espero que los Médicos no sean reemplazados por los médicos, porque si antiguamente bastó uno con conocimientos y pasión para resolver y para sanar, para mejorar y para consolar, llegará un momento en que un ejército de profesionales, peloteándose el caso en un ¿compra huevos? - a la otra esquina, cambien por última vez el nombre del doctor, de Médico a médico y de médico a mercachifle.